El diseño de mundo en videojuegos, también conocido como worldbuilding o World Design, es el proceso de crear entornos de juego ricos y detallados.
Esta disciplina no solo abarca los aspectos visuales, sino también la historia, la cultura, la ecología y la geografía de los mundos de juego.
Un mundo bien diseñado puede aumentar enormemente la inmersión y proporcionar un contexto significativo para la jugabilidad y la narrativa.
Elementos del World Design
Vamos a identificar los elementos que conforman el diseño de mundo en videojuegos.
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1. Creación de Ambiente y Escenario
El worldbuilding consiste en diseñar un entorno coherente y atractivo que soporte la narrativa y la jugabilidad.
Se refiere a la creación de un entorno visual coherente que refleje la atmósfera y el tono del juego. Esto incluye el estilo artístico, la paleta de colores y los detalles y elementos visuales distintivos que hacen que el mundo sea único y memorable.
El mundo del juego debe ser consistente en sus detalles y creíble dentro de su propio contexto. Esto implica asegurarse de que todos los elementos del mundo del juego se unan de manera lógica y coherente, creando un entorno que, aunque pueda ser fantástico, se sienta creíble y vivo para el jugador.
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2. Diseño de Lore y Backstory
Es necesario construir una historia de fondo rica que dé profundidad y contexto al mundo del juego.
Esto puede incluir la historia del mundo, mitos y leyendas, o eventos pasados que han moldeado el entorno actual.
También hay que desarrollar sistemas sociales y culturales que influyan en los personajes y eventos del juego. Estos deben ser detallados, incluyendo normas, tradiciones, idiomas y estructuras políticas que enriquezcan la experiencia de juego y den vida al mundo.
Lectura recomendada: World Building de Stephen L. Gillett.
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3. Ecosistemas y Biomas
Crear variados ecosistemas y biomas que enriquezcan la exploración y la interacción en el juego.
Es importante la diversidad ambiental. Hay que diseñar una variedad de entornos, como bosques, desiertos, ciudades y océanos, cada uno con su propio ecosistema y características únicas.
También implica diseñar plantas y animales o criaturas que no solo sean estéticamente interesantes, sino que también desempeñen un papel en el ecosistema y la jugabilidad del mundo, reflejando y contribuyendo a la atmósfera del mundo del juego.
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4. Arquitectura y Diseño Urbano
También hay que integrar arquitectura y urbanismo que reflejen la cultura y la historia del mundo del juego.
Esto incluye diseñar edificaciones y estructuras, desde casas residenciales hasta imponentes castillos o futuristas ciudades.
Los distintos elementos arquitectónicos deben ser tanto estéticamente agradables como funcionales dentro del contexto del juego. Equilibrar la estética con la funcionalidad asegura que los espacios no solo se vean bien, sino que también contribuyan a la jugabilidad y la narrativa.
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5. Sistemas de Cultura y Sociedad
El worldbuilding también incluye el diseño de sistemas sociales y culturales que influyan en los personajes y eventos del juego.
Esto implica establecer sistemas sociales y políticos que influyan en cómo interactúan los personajes y sus decisiones, así como qué conflictos surgen en el juego.
También hay que establecer religiones y creencias, diseñando sistemas de creencias y prácticas religiosas que puedan influir en la narrativa y la dinámica del mundo y en las interacciones en el mundo del juego.
Lectura recomendada: Building Imaginary Worlds: The Theory and History of Subcreation de Mark J.P. Wolf.
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6. Integración con Gameplay
El diseño del mundo debe respaldar y mejorar la jugabilidad.
El mundo debe estar diseñado de tal manera que apoye y mejore los elementos centrales del juego, como la exploración, el combate y las misiones.
También debe ser un mundo que incentive la exploración y ofrezca descubrimientos interesantes, secretos y recompensas que añadan a la experiencia del juego.
Lectura recomendada: Level Up! The Guide to Great Video Game Design de Scott Rogers.
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Cada uno de estos aspectos es crucial para crear un mundo de juego que no solo sea visualmente impresionante y coherente, sino también rico en detalles y profundamente inmersivo. Un mundo bien diseñado puede servir como un personaje en sí mismo, capturando la imaginación de los jugadores y proporcionando un contexto significativo para sus aventuras en el juego.
Al prestar atención a la coherencia, la riqueza de detalles y la integración con la jugabilidad y la narrativa, y consultando los recursos recomendados, los diseñadores de juegos pueden crear mundos que cautiven y fascinen a los jugadores, sumergiéndolos profundamente en las realidades únicas que han creado.
