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San Juan Gaming Festival: Diario de Viaje

San Juan Gaming Festival, Mayo 2019. Llegamos de noche. El viaje desde el aeropuerto de El Plumerillo-Mendoza a la capital sanjuanina toma más tiempo que el vuelo desde Buenos Aires.

Era la primera vez que volábamos en una low cost e imaginamos que el avión sería como los bondis de la línea 24 que pasan por Once. Pero nuestros temores desaparecieron ni bien vimos el Boeing nuevito de Norwegian ploteado con la cara de Astor Piazzolla. ¿Qué podía salir mal?

El aeropuerto de San Juan está en obra, así que ni bien aterrizados en Mendoza nos subimos a una combi y atravesamos dos horas de un desierto oscuro.

Como pasa siempre en esta Era de la Imagen, nuestro hospedaje in situ se veía menos atractivo que en la galería de fotos de la web. Está a metros de una construcción faraónica en lo que fue la estación ferroviaria San Martín: el Teatro del Bicentenario, una especie de Colón del siglo XXI, dedicado no sólo a la lírica, sino también a recitales de música popular y teatro dramático. En la esquina, cruzando un puente también súper moderno, nos refugiamos en una lomitería para saciar el vacío estomacal. En San Juan, se consume además del clásico lomito, una cosa muy parecida al que llaman pachata. De tan parecidos que son, no les noté diferencias. Seguramente al decir esto, estoy incurriendo en herejía.

A la mañana siguiente, salimos a las corridas y estresados sin ninguna necesidad como buenos porteños, hacia el Aldo Cantoni, que es un estadio de básquet que tiene ya varias décadas. Para llegar, se atraviesa el Parque de Mayo, y esta es la zona que hoy llaman Barrio Cívico Cultural, porque hay montón de edificios institucionales como el Teatro, el Centro Cultural Estación San Martín, el Centro Cívico –un grupo de edificios que concentra todos los ministerios-, la Legislatura, el Centro Cultural Conte Grand, la nueva sede del Museo Rawson de Bellas Artes, el Centro de Convenciones, el nuevo edificio de Museo de Ciencias Naturales que abrirá este año y contará con dinos de tamaño natural, también está construyéndose para 2020 el Museo de la Historia Urbana del que pudimos espiar unos jardines verticales hermosos, el Auditorio Juan Victoria que es enorme y cuenta con un órgano, sedes de la universidad, etc. Quedamos impactados por la obra pública sanjuanina. La última vez que estuve allí fue en 2006 y la transformación en década y pico es impresionante.

El Aldo Cantoni fue una de las sedes del San Juan Gaming Festival, motivo de nuestro arribo a San Juan. La otra sede fue el C. C. Conte Grand. Veníamos trabajando meses atrás con la productora MediaHub en la organización y los contenidos del #SJGF, un evento promovido desde el gobierno provincial, a través del Ministerio Turismo y Cultura y la Secretaría de Deportes.

A menudo, asociamos a San Juan a la economía de la megaminería y a los vinos del Valle de Tulum, pero es evidente que desde el Estado están direccionando recursos para el desarrollo de un polo de industrias culturales. Por eso, en San Juan está la Sede Cuyo de la ENERC (escuela de cine dependiente del INCAA), edificio que acaban de inaugurar, y se muestran interesados en lo concerniente a videojuegos. El #SJGF tiene que ver con ese programa de desarrollo.

Dos caras de la moneda: consumo y producción de videojuegos

Ese día, previo a la apertura del festival, terminamos de ultimar detalles. En el Cantoni se instaló el sector de gaming coordinado en parte por AGS, quienes hace años realizan eventos de magnitud. En el estadio, se instalaron estaciones de juego para FIFA, Fortnite, LOL, Counter Strike, Mortal Kombat 11, Just Dance, pantallas gigantes, luces rojas y azules, parlantes y un escenario donde pasarían las estrellas e invitados del Fest. El Cantoni se llenaría de ruido, multitud, torneos y espectáculo.

En cambio, en el Conte estaba previsto darle un perfil educativo y cultural con realización de game jam, art jam, masterclass, talleres, charlas, presentaciones, y ¡juegos de mesa y rol! esto último piloteado por Geek Out! Argentina que de lejos parecían una organización tribal al mando de Ezequiel Witty Wittner. En el Conte Grand conocimos a su directora Peki Torres, a sus colaboradores y a Sebastián Diéguez con quien trabajamos codo a codo en la organización de las actividades y cuidó que saliera lo mejor posible.

San Juan Gaming Festival en el Conte Grand

El sábado 18 y el domingo 19 de mayo el Cantoni se llenó de gente. Incluso, desde mucho antes de que abriera a las 14 horas. A la mañana temprano, empezó a armarse una fila humana de casi tres cuadras. Se estima que pasaron alrededor de 15.000 almas por todo el festival. El sueño de tener un Conte Grand “tranquilo”, fue solo eso, un sueño. A la tarde, luego del almuerzo reventaba también de público entusiasta.   

En verdad, fue una experiencia muy linda para quienes estuvimos a cargo de las jams: Daniel Ontivero, Claudio Gonçalves Freitas, Rodrigo Gómez, Durgan Nallar y yo; algo así como los Lunfardo Creaciones. Los resultados superaron nuestras expectativas. El nivel creativo y artístico que encontramos nos sorprendió. Se entregaron cuatro trabajos, AstroRexDark SideInfi y Warped.  

Los grupos fueron muy heterogéneos, conformados por animadores, ilustradores, concept artists, un humorista gráfico, una diseñadora gráfica interesada en interfaces de usuario, varios músicos, uno de ellos diseñador de sonido, game designers y programadores.

El tema de las jams, fue “astronomía”. San Juan tiene unos cielos fabulosos y en la zona de Barreal, en la precordillera (que dicen que hay que visitar porque no puede más de lindo) hay un famoso observatorio llamado El leoncito. El próximo 2 de julio habrá un eclipse solar total y desde esas tierras cuyanas se va a poder ver en todo su esplendor. La nota de color, la dio uno de los grupos de trabajo, que en vez de astronomía escuchó ¡astrología! Así que uno de los trabajos tiene más que ver con los signos zodiacales que con las constelaciones.

Además de las jams, en el Conte Dan y yo dimos una charla sobre el universo transmedia; Santiago R. Villa de Okam Studio, quien trabaja actualmente para Riot Games (League of Legends) dio una clase de Desarrollo de arte para videojuegos y animación; Witty, que además es publisher en El Dragón Azul, dejó un rato las mesas de juego para hablar de la industria de los juegos de mesa; Jorgelina Peciña nos trajo a Omeguis, Duende y Tasher estrellas millennials de Twitch (qué vieja estooooy) para hablar de cómo vivir de los videojuegos; y los Lunfardo (Claudio, programador; Daniel, artista; Rodrigo, músico) usaron tres pantallas en una demo en tiempo real de cómo hacer un juego de plataformas en Construct 2.

Yo coordiné un taller de juegos para niñes y padecí como una maestra de escuela: como siempre son demasiado geniales, absolutamente gritones, horrorosamente tiránicos. Quisieron hacer un juego de carreras y dividimos las tareas del grupo. Unos hacían el arte de los autos, otros el diseño de la pista, otros los obstáculos y las reglas del juego. Pese a las luchas intestinas entre los participantes logramos que Ulises (el game designer que cambiaba a cada rato las reglas) pudiera conciliar posiciones con sus compañeros y lo testearon hasta el final. El único que no dio problemas fue Felipe, un artista prolífico que dibujó y pintó con una concentración monacal una veintena de automóviles. Al terminar, un niño mostró con orgullo el baile del hilo dental de Fortnite. ¡De locos!

Para no aburrir, voy a decir que hubo una cabina de VR con un desarrollo de la productora local Real Virtual San Juan que me quedé sin ver porque la fila para calzarse el Oculus era interminable. El grupo Facial Art de maquilladoras que obraron magia sobre el público infantil con un hechizo tranquilizador que duraba unos minutos. Jorge Godoy presentó su art game Soul Space inspirado en la tragedia del ARA San Juan. Y cerramos las actividades con un encuentro de la comunidad creativa sanjuanina con referentes de la industria del videojuego y la animación: GaBo Salcedo, Jorge Godoy, Sebastián Diéguez y Juan Leopoldo Sanguin Victorica.
También se sumaron a las mesas de juego los grupos roleros de San Juan. Nos visitaron al Conte estrellas del cosplay como Valentina Krypt, Sophie Valentine y Magui Sunshine que estuvieron en el Cantoni; y grupos de amateurs dentro de quienes estaba mi preferido: el zombi, que estuvo dando sustos a la gente todo el domingo. Nunca sabré su nombre ni de dónde era, ya que no se salió del personaje ni por un minuto. Grrrr! fue su respuesta a todo. 

¡Dracarys!

El final del #SJGF coincidió con el último capítulo de GOT. Preguntamos si era posible verla en la pantalla gigante del Conte Grand cuando ya el público hubiera desalojado el lugar. Nos dieron el ok, y Santi Villa se las rebuscó para manguear a un amigo la cuenta de HBO Plus.

En unos sillones muy cómodos, lo vimos Sebas Diéguez (exaltado de tanto Red Bull, la emoción y la falta de sueño), Rodrigo, Santi, yo y un par más. Lo vimos y punto. Nada más que agregar.

Recordando a todo el grupo familiar de los guionistas, llegamos al hotel y allí nos esperaban los pecho-fríos de Dan, Claudio y Daniel, que nos condenaron a guardar un vergonzoso silencio para no spoilear. Dan que nunca ve una serie hasta el final, que siempre deja el último capítulo sin ver.

El lunes después del festival, éramos unos guizñapos. El clima amaneció como una sudestada: viento frío y humedad en la tierra del vino y el sol. Aún estaba acostada cuando sentí que la cama vibraba. Era un sacudón divertido. Estamos en zona de sismos, pensé. Dan se duchaba. Así que dejé la puerta sin llaves y me vestí: no vaya a ser que tenga que salir corriendo en calzones. Por supuesto, de los cinco fui la única que sintió el temblor de 5.8 grados.

El día transcurrió tristón, abrigados, comiendo semitas, que como son secas, las apuramos con mate. Deambulamos como zombis, los hice caminar como condenados porque es la única manera de conocer una ciudad. Me odiaron un poco. Al día siguiente volvimos a Mendoza, donde pasaron dos días más caminando bajo mi yugo hasta abordar el avión de vuelta. 

Hey, la crónica sigue en el blog de Ludicamanía

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