1946
Filadelfia
Girls Just Want to Have Fun
Y un día de febrero los ingenieros dan por terminada su construcción. Hay verdadero júbilo y en una sala de la Universidad de Pennsylvania se toman el atrevimiento de descorchar una botella de espumante. Trabajaron duro por mucho tiempo.
Es la más potente del mundo, se llama ENIAC: Electronic Numerical Integrator And Computer. La diseñaron a pedido del Laboratorio de Investigación Balística del Ejército. Podrá calcular trayectorias de proyectiles. La guerra terminó hace poco pero nunca se sabe. ENIAC, además de potente, es gigante: ocupa 167 metros cuadrados. Eckert y Mauchly, los ingenieros, viven con esposas e hijos en casas mucho más pequeñas. Tiene miles de válvulas. Tubos de cristal, interruptores y circuitos minúsculos. Y cables. Muchos cables. El cerebro electrónico consume más energía que un pueblo grande. Las chicas que la operan son seis, jóvenes y bonitas. En la foto de los periódicos parecen modelos, de esas que posan al lado de los electrodomésticos. Pero Betty, Jean, Kathleen, Marlyn, Ruth y Frances están graduadas en la universidad. Ellas, como mujercitas que son, hacen la limpieza y sacan las polillas de entre las válvulas para evitar fallos. Como condenadas de Eva, terminan rápido la tarea sanitaria. Como herederas de Ada, hacen lo que más les divierte: le dan a ENIAC instrucciones, le mandan hacer rutinas, ecuaciones, cálculos. Y la programación de computadoras evoluciona.