1975
Phoenix, Arizona
Espíritu del ’76
Sonríe Dave Nutting, hermano de Bill, posando en vaqueros junto a su titilante criatura, que ya no es electromecánica sino de nueva especie. «Computerized Pinball from Mirco Games, Inc.», dice el afiche a sus espaldas. Hasta hace poco, Dave Nutting Associates se dedicaba a desarrollar juegos soldando circuitos para Bally Midway. Un día se trajo cincuenta de los nuevos procesadores 4004 de Intel, una joven empresa a la que debió convencer de que tenía futuro en el mundo de los novelty games, y con eso experimentó un tiempo hasta liberarse de la tecnología TTL.
Dave había puesto lado a lado dos mesas de un pinball de Bally, Flicker. Uno común, otro que al abrirlo sólo tenía aire. Todo el juego pasaba por el 4004 y eso aliviaba los costos y la complicación de andar lidiando con cables y circuitos eléctricos, bobinas y relés. A los Bally les encantó la idea, pero se fueron a hacer su propia tecnología. Así que Dave, tragando bronca, le había ofrecido el negocio a una pequeña compañía de Phoenix, Mirco Games. Y ahora están en la exposición de la Asociación de Operadores del Entretenimiento y la Música mostrando el bebé. The Spirit of ’76 es pura tecnología ejecutada por el procesador de Intel. Rondan Bally Midway, Williams y Gottlieb tomando nota. La mesa es más barata de producir y de mantener porque casi no tiene piezas móviles. Y así comienza el fin del pinball electromecánico.